El río Columbia (Oregón, Estados Unidos) fue escenario del desafío extremo que completó con éxito Richman, que a 21 años de edad ostenta ya dos títulos mundiales de kitesurf. En una jornada de viento fuerte y estable, el hawaiano fue impulsado por una embarcación (modalidad conocida en el mundo del surf como tow in) hasta lograr despegar y coger altura.
Una vez situado en lo más alto, soltó la cuerda que le había remolcado hasta entonces y comenzó a volar. Su cometa y su tabla fueron a partir de entonces su única compañía. A través de los datos de un GPS y de unos sensores especiales se concretó que se encontraba a 240 metros de altura.
Richman comenzó a ser conocido en el mundo del kitesurf en 2007, cuando logró un salto de 22 segundos de duración. El más largo hasta entonces. Pero nada que ver con su última osadía.
